domingo, 19 de diciembre de 2010

"Cibermilitantes" a la caza del electorado en las redes sociales


FUENTE: http://www.elargentino.com/Content.aspx?Id=119052


A principios de octubre algunos medios de comunicación intentaron imponer en la población la sensación de que el censo podría convertirse en un problema de seguridad. 
Se fogoneaba la idea de que no era conveniente abrirle la puerta a los encuestadores y se machacaba con la necesidad de levantar el operativo porque estaba condenado al fracaso. Y había encuestas on line con cuyos resultados se pretendía respaldar esas hipótesis. Fue uno de los momentos en que entraron en juego los "cibermilitantes", una suerte de colectivo con intenso trabajo en las redes sociales, para dar vuelta la cosa. A través de un "shock" de mensajes personales en Facebook y Twitter coordinaron la intervención es esas encuestas para revertir los resultados e intensificaron la campaña resaltando la importancia estratégica 
que el censo tiene para el país a través de sus blogs personales. 
Es difícil asegurar si esa acción tuvo vinculación finalmente con que la ofensiva en contra del operativo se diluyera, pero lo cierto es que varios sondeos virtuales que por aquel momento implementaron esos medios tuvieron que ser levantados. El ejemplo, aunque vinculado al oficialismo, puede servir para graficar el valor que las redes sociales pueden adquirir en las estrategias políticas de cara a las elecciones para cualquiera de los sectores. Actualmente 
son cientos los grupos de blogs y grupos "K" que se multiplican en la red reivindicando el modelo de Gobierno. Existen también, espacios generados por la oposición, pero parecen, todavía, más limitados. 
La evolución de la cantidad de personas que fueron abriendo su cuenta en Facebook es reveladora para dimensionar el fenómeno de las redes y a su vez imaginarlo como un electorado potencial apetecible. 
Hasta julio de 2008 eran 350.000 los argentinos con su perfil; la cifra creció 
exponencialmente en julio 2009, hasta los 4,9 millones; y se duplicó en el mismo mes de este año, cuando aparecieron registrados 10,5 millones de usuarios de Facebook. 
Eso llevó a ubicar al país en el quinto lugar a nivel mundial. Y si se tienen en cuenta los datos del censo recientemente publicados, se puede afirmar que uno de cada cuatro argentinos posee su cuenta en esa red. En se marco la creación de "grupos" de no más de 5.000 integrantes es la herramienta más propicia para multiplicar el mensaje. 
Aunque sin registros actuales, algo similar está ocurriendo actualmente con Twitter, la otra red social de peso en Argentina, la cual se encuentra en pleno proceso de explosión en la actualidad a partir de la directa intervención de personalidades públicas, que van desde actores y deportistas, hasta funcionarios y presidentes. El único dato concreto que aportan quienes siguen de cerca su evolución indica que cada día se abren unas 2.000 cuentas. 
A eso se suma que las conexiones domiciliarias de internet aumentos un 20% en un año. Y en cada vivienda los usuarios son varios más uno, y que como es una herramienta gratuita 
cada uno tiene su propia cuenta. Los grupos. La cifra de 5.000 integrantes por grupo no es caprichosa: ese número es el límite que la red impone a sus usuarios para poder enviarles, a todos al mismo tiempo, un mensaje personal de bajada de líneas. Muchos eligen, cuando llegan a esa cifra, abrir una nueva cuenta para empezar a juntar nuevos contactos. 
"Si tenés tres grupos con 4.000 te asegurás llegar a 12.000 personas con un simple mensaje personal", explica a Diagonales Rosana Tortosa, creadora del grupo "cinta verde", quevio la luz en defensa de la aprobación de la Servicios Audiovisuales, uno de los grupos de "cibermilitantes" más grandes. 
Actualmente la mujer es la responsable de la presencia de la agencia Telam en las redes sociales. Su misión es cargar todo lo que la agencia oficial genere en materia informativa en Twitter y Facebook. Considera que el año que viene será la primera elección en la que los cibermilitantes "tendrán incidencia como lo tuvo en la elección de José Luis Rodríguez Zapatero en España. 
Mecanismo. Tortosa dice haber sido protagonista de varias acciones como la ejemplificada en el primer paso de esta nota. "Lo que hacemos es detectar una encueta tramposa o en la que vamos perdiendo, y comunicarnos por cualquiera de las vías para cambiar el resultado". Así los líderes de los grupos se envían mensajes internos, se comunican por chat, o bien visiblemente con mensajes en el muro. "Entonces es el momento de bajar la línea, decir votemos acá donde la pregunta es tal", dice Tortosa, quien recuerda una encuesta 
on line del diario Perdil que tuvo que ser borrada de los archivos. 
El ejemplo del censo vuelve a escena cuando los "cibermilitantes" cuentan con algún grado de coordinación más orgánica. Para revertir la campaña que intentaba genera miedo, los líderes coordinaron con el INDEC para que el organismo proveyera información que fuera sostén de una "contra campaña". 
Así los blog oficialistas se inundaron con mensajes a favor de los censistas, y sobre la importancia que tendrán los datos que arroja el operativo para el diseño de políticas de Estado. 
Con la evolución de las redes sociales, los grandes medios empezaron a cambiar su mirada sobre ellos, y terminaron asimilando y sumándose a una herramienta que en principio era despreciada en sus coberturas. 
Hoy todos ellos, incluidos los canales de televisión y los programas de radio, repercuten en sus propias cuentas de Facebook y Twitter. 
El camino inverso parecen haber seguido otras fuerzas políticas que dieron un uso intensivo de las herramientas de internet durante la campaña 2009. 
El caso más cercano es el del Unión-PRO, que usó ese soporte como parte importante en la instalación de sus candidatos, fundamentalmente Francisco De Narváez y Gabriela Michetti. 
Después de las elecciones, y con el crecimiento del movimiento de "cibermilitantes" oficialistas, el ejército de ese sector empezó a desactivarse. 
Los blogueros peronistas consideran que porque "no son militantes sino gente contratada sin formación política". 
El horizonte para ahora parece ser el 2011. 
"Tendremos un papel muy importante", dice Tórtora sin falsas modestia. Y para eso "se está trabajando en ponerle contenido al trabajo, esto es unificar el mensaje que queremos transmitir, y fijarnos estrategias para fijar la agenda de debate". 
Resta ver si los militantes del peronismo disidente y de las fuerzas que integraron la Coalición Cívica logran, también, articular su brazo cibernético, para el terreno virtual sea, como calle, un escenario de lucha de poder. 
El alcance de las redes sociales como espacio de militancia, sin embargo y por suerte, parecen aún distantes de la posibilidad de reemplazar a las movilizaciones callejeras, los contactos cara a cara, la pintura en las paredes, los actos, el engrudo y los afiches. 

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