Por Lic. Pablo A. Vázquez*
Aquel 24 de febrero de 1946, fue la culminación de una larga marcha, donde el pueblo, a través de las urnas, tuvo su encuentro con aquel Líder que encausó sus fuerzas vitales en pos de un proyecto de liberación nacional.
Ese camino, que se inició con la Revolución del 4 de junio de 1943, tuvo su mojón significativo el 17 de octubre de 1945. De figura destacada del elenco gubernamental juniano pasó a ser, para su pueblo, el Primer Trabajador.
La historia llamó a la puerta y Perón dio su presente.
De ganar las calles, se tuvo que pasar a lograr una entrada institucionalizada en la historia, que puso a Juan Perón como Presidente. Allí el esfuerzo por transformar la patriada del 17 de octubre se vio coronado por un nuevo esquema político de poder popular.
No es simplemente el aniversario del primer triunfo de Perón, coaligado con el Partido Laborista, la UCR Junta Renovadora, el Partido Independiente, los forjistas, nacionalistas, socialista y sindicalistas que apostaron por ese frente nacional antiimperialista. Fue la concreción de la recuperación de la línea nacional y popular dejada trunca por el golpe contra Hipólito Yrigoyen y que reubica a sus “orilleros radicales” y los transforma en los “descamisados industriales” de un primer peronismo sindicalizado.